Del otro lado de la Luna, la cosa no anda para tirar voladores. Salvo, insistimos, en los diarios de papel de toda la vída que ven cómo se equilibran sus caídas en kioskos, sartenes e imanes con páginas de pago y contramedidas contra el bravismo grancanarista, o como se pueda llamar esa Plataforma Cívica impulsada por el presidente del Cabildo. Porque le ha tocado ahora a Coalición Canaria, de Gran Canaria, rascarse el bolsillo este fin de semana y sacar una página entera, tipo esquela -qué mal gusto, pordios- para contrarrestar la brava campaña de Bravo contra el Gobierno de Canarias. Rueda de prensa el sábado por la mañana de Fernando Bañolas para responder a todos y cada uno de los desagravios de Bravo, que algo de culpa y mucha tiene el Gobierno de España en esto de no soltar pasta, que es de lo que se trata, y plancha publicitaria al canto para realzar más los contenidos ha sido la reacción de Coalición Canaria, que para rematar el fin de semana se ha puesto federal-asimétrica encima de la mesa encantada de la vida de haberse encontrado el jueves con Rubalcaba. Es que son de un original: viene Paulino a decir en su blog, este domingo, que la Constitución está agotada, que España debe ir hacia un modelo federal de varias velocidades o niveles, y que Canarias deberá encajarse en uno de ellos, el más veloz y de nivelazo, se sobreentiende (con perdón del sobre, que sobra). De verdad, hay veces que entre unos y otros discursantes demuestran que están hechos para tiempos en los que las vacas gordas hacían mirar para otro lado al común de los mortales, que mientras echaran en el prime time algo chachón daba igual lo que se dijera. Pero los tiempos cambian que son una barbaridad y el federal-asimetrismo ya no tiene encaje alguno en una Canarias que, primero que nada, debe encajarse a sí misma, asimétricamente también, y dejarse de machangadas territoriales y de triples insularidades para devolver el voto a la persona, al individuo, al especimen sea cual sea su raciocinio de aquí o de allá, y no al territorio rodeado de aguas por todas partes en que han convertido esta democracia doblemente secuestrada.