Caramba con las secuelas que están trayendo y seguirán trayendo, los fastos del centenario de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife. Nos garantizan desde esa corporación que sí invitaron a Tony Rivero como presidente de la Confederación Canaria de Empresarios, si bien es cierto que confiesan que ese encargo lo tenía hecho la empresa contratada para la cuestión. Tampoco estaba invitado Sebastián Grisaleña, presidente de las pymes de Las Palmas, lo cual explica tantas ausencias. Sí lo estaba, como no podía ser de otro modo, el presidente cameral de Las Palmas, José Miguel Suárez Gil, que se hizo acompañar para tan magna ocasión del vocal José Luis Peláez Castillo, ya saben, el que fuera portavoz de la Cámara por obra y gracia del espíritu santo, porque nadie lo había designado. Algo de rasquera debió quedar tras aquella polémica, porque Suárez Gil lo presentó en Tenerife como vicepresidente de la Cámara. Así, a la zorrúa, como si no nos fuéramos a enterar en Tamarán.