Otra indecente acción desenmascarada este martes está referida al enésimo intento parido, ensolerado y financiado por el PP de José Manuel Soria para arrojar dudas y paranoicas sospechas sobre las investigaciones de casos de corrupción de ese partido, en concreto sobre los casos Faycán y Góndola. La Audiencia Provincial de Las Palmas acaba de decidir dar carpetazo definitivo a la querella que interpusieron un grupo de policías contra sus mandos y algunos de sus compañeros después de haber sido acusados e investigados precisamente por filtrar aspectos de las investigaciones al Partido Popular. Entre estos majaderos denunciantes se encuentra, cómo no, el inspector de Policía que responde al apellido de Vargas, que acaba de presentar otra querella similar a las ya archivadas en un juzgado de San Bartolomé de Tirajana con el muy peregrino deseo de comprobar si allí cuela, porque hasta ahora sólo ha habido desprecio y condena en costas a los denunciantes. Pero ahora tiene como abogado a otro afamado teórico de la conspiración contra las almas cándidas del PP, Juan Sánchez Limiñana, asociado a Lorenzo Olarte y ambos dos bailando al son que marcan los panderos que hace sonar erráticamente José Manuel Soria.