Donde la gente del PP no estuvo tan combativa con sus propios informes de antaño fue en el pleno municipal de este lunes, el que acabó aprobando por fin las cuentas de Las Palmas de Gran Canaria para el presente año del señor. La pelotera montada de modo extraparlamentario por Coalición Canaria sólo ha servido para retrasar la aplicación de las nuevas medidas que tenía previstas el nuevo grupo de gobierno, además de los minutillos de gloria que el nuevo reglamento participativo aprobado por los socialistas otorgó al presidente local de CC, ese portento de nombre Eusebio y apellido Bautista (“una de boquerones en vinagre”, le espetaría Cañete si escuchara el apellido suelto, ahí, en el aire tradicional de un bar). El caso es que el PP acabó descalificando un informe del que fuera su hombre fuerte en el urbanismo, José Setién.