No gustó mucho a Manuel Marcos Pérez, uno de los tres candidatos a suceder a Juan Fernando López Aguilar, el tono de la reunión que sostuvo este lunes en la sede federal del PSOE, en la madrileña calle de Ferraz. Hasta allí se desplazó convocado por la secretaria de Organización, Leire Pajín, y por el hombre fuerte de Zapatero para tantas cosas, José Blanco. Junto a él había sido llamado a consultas José Miguel Pérez, hasta el momento el candidato a secretario general que cuenta con mayores posibilidades. El gran ausente fue Arcadio Díaz Tejera, que ni siquiera fue convocado, lo que da una medida de los cálculos que la Ejecutiva Federal ha hecho sobre sus apoyos. Además de Blanco y Pajín, terciaron en el encuentro con los dos socialistas canarios Juan Fernando López Aguilar y Pedro Zerolo. El objetivo no era otro que sugerir a ambos contendientes unir sus candidaturas para evitar un desgaste en el congreso regional del próximo día 20. Manuel Marcos, que es palmero y se encontraba ante un gallego, actuó como corresponde; ni sí ni no, sino todo lo contrario. O sea, tal como estábamos.