La decisión no está tomada. Y el interesado insiste en que va a conceder un par de meses antes de dar el paso. Si tuviera que ser ahora mismo y dado el cabreo que se niega a disimular, casi estaríamos por afirmar que José Luis Perestelo, histórico dirigente de Coalición Canaria en La Palma, está más fuera de ese partido que dentro. Y más cerca de Nueva Canarias que del abandono de la política. Aunque, siendo sinceros, lo que realmente le apetece es que fructifique los hasta ahora imposibles procesos de integración entre ambas formaciones políticas, que en el caso de algunas islas equivaldría a la mezcla del agua con el aceite. Las razones del cabreo de Perestelo se pueden sintetizar en el talante de Antonio Castro, que continúa mandando en CC de La Palma con mano férrea sin guante amortiguador de ningún tipo. El partido no reúne a sus órganos hace meses , no existe debate, ni siquiera en una coyuntura tan delicada como ha sido la ruptura del pacto con el PSOE en el Cabildo, la amenaza cierta de una moción de censura, la fragilidad del gobierno municipal en Los Llanos y los indisimulados aunque elípticos ataques al pacto regional con el fin de desgastar a Paulino Rivero. Castro es el directo responsable de que Guadalupe González Taño expulsara del gobierno insular a los consejeros socialistas y el que ha instalado a CC en la provocación permanente a los dirigentes del PSOE en la isla. A él cabe atribuírsele, por si había dudas, su aversión contra cualquier acuerdo que no pase por el PP, particularmente en el Gobierno regional. El factor Castro, unido a la división interna entre los socialistas palmeros y las ansias incontroladas del PP por ofrecer cualquier cosa que ponga al pacto regional entre CC y el PSOE en apuros, tienen la política palmera en ascuas. Y es en este escenario de política de escasas miras en las que José Luis Perestelo se plantea seriamente abandonar Coalición.