Hay que reconocerle a José Manuel Soria que cuando le falla un sicario siempre tiene algún repuesto del que tirar. El elegido para esta semana ha sido el parlamentario regional Miguel Cabrera-Pérez Camacho, que se despachó contra Paquita Luengo, del PSOE, con un catálogo de exabruptos con el que ha quedado demostrado quiénes insultan en realidad en la política de Canarias. Sus rechazables versos para una ex secretaria general técnica de Industria demuestran el grado de entrega que pueden alcanzar los recaderos del PP cuando Soria pide que alguien salga en defensa de la familia (pronúnciese pausadamente y con voz ronca tipo Marlon Brando). Porque se trata de proteger a la familia del señor Soria en el feo asunto de Tebeto, donde nos encontramos con su señora como procuradora de la empresa Canterías de Arucas, y con un tío carnal en el papel de perito estelar que valora el tinglado de Bittini en los 92 millones que la Justicia dice que tenemos que dar a este afortunado empresario de la piedra por descubrir.