La austeridad es para los contribuyentes. El Cabildo de Lanzarote acaba de dar una nueva muestra de derroche y de frivolidad que se convierte en insulto en los tiempos de estrecheces que corren. Gastar 3.000 euros de dinero público en una cena a la que asisten cinco periodistas de Madrid, cuatro políticos del Cabildo y el relaciones públicas organizador del acto no admite ningún tipo calificativo distinto al de desfachatez. Descubierto el escándalo, a la consejera de Turismo, Astrid Pérez, presidenta insular del PP de Lanzarote, no se le ocurre cosa mejor que encararse con la prensa respondona y asegurar que a la cena asistieron diecinueve periodistas, diecinueve, y que resultó todo un éxito para la promoción turística de la isla. La fotografía obtenida y publicada por el digital madrileño La Voz Libre, invitado al acto, no deja lugar a dudas: allí sólo había cinco periodistas, a los que acompañaban el relaciones públicas Alejandro Morales, el alcalde de Arrecife, Cándido Reguera; la consejera Astrid Pérez; el presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, y el responsable de los Centros de Arte y Cultura de esa institución, Ángel Vázquez. En total, cinco políticos para agasajar a cinco periodistas con un coste para las arcas públicas de 3.000 euros. No está mal para dar ejemplo de austeridad.