Había mucho regocijo este martes en la Televisión Canaria: valió la pena el esfuerzo, el despliegue de cómicos, la conexión con el fútbol, el marketing desplegado en Teror con carteles y abanicos (muy feos los insultos de la gente a las azafatas, que no tenían culpa de nada). La cadena autonómica alcanzó un 13,5 de audiencia durante la retransmisión de la romería del Pino, mientras que su competidora, TVE en Canarias, se tuvo que conformar con un 8%. Cierto es que la cadena estatal dio la romería-ofrenda por La 2, lo que le sirvió también para sacar pecho en su balance particular: duplicaron la media que habitualmente tiene esa cadena. Esta festividad pasará a la historia por haber sido la que provocó que una tele pública se enfrentara a un Cabildo canario por unos derechos de transmisión. La misma tele pública autonómica que pretende que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, gobernada por el mismo partido al que se ha enfrentado en el Cabildo, le de ahora los derechos de los próximos carnavales de la ciudad.