Este martes se podría consumar una de las decisiones más contestadas de cuantas ha tomado el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, y miren que ha tomado muchas. Y muy disparatadas ellas. El pleno aprobará de manera definitiva el nuevo Plan General de Ordenación de la ciudad tras siete años de redacción, y lo hará con los votos favorables de ATI y el PP, que se suma sorpresiva y alegremente a la decisión a pesar de sus profundas desavenencias con Miguel Zerolo, el alcalde. Dicen testigos presenciales de la última reunión del grupo, que algunos concejales del PP levantarán la mano en contra de su parecer, no ya por respaldar al adversario en momentos tan sensibles, sino porque alrededor de 17.000 familias se verán afectadas por otra descatalogación sui géneris, la que consiste en dejar fuera de ordenación ese número de viviendas, lo que afectará a unos 70.000 vecinos, según cálculos de la plataforma creada ad hoc.