Es un proverbio contrastado: un árbol puede impedirte ver el bosque. Los medios de comunicación canarios que llevan denunciando de modo sistemático la corrupción política y empresarial enquistada en Canarias reciben críticas por lo que se ha dado en llamar “perretas”. Se les acusa de tener fijación con este o aquel político, con el partido equis o el empresario y. Pero cuando llega un medio de comunicación de circulación nacional nos echamos todos a una las manos a la cabeza. Las recurrentes publicaciones de la revista Interviú sobre los escándalos en Canarias no hacen más que demostrar que vivimos instalados en la constante chapuza, en la práctica bananera. Si la semana pasada fueron las relaciones de CC en el Puerto de la Cruz con una emisora local de televisión y de ésta con dos espías friquis, esta semana la publicación se ha hecho eco del escándalo político-empresarial de Santa Brígida, donde el pacto del PP con los ecopijos de Los Verdes no acaba por aclarar el impago de los 640.000 euros en licencias por parte de la UTE del centro comercial.