Las consignas de Soria de irse desmarcando de su pacto con Coalición Canaria en la Nacionalidad (lo de Madrid, mejor lo dejamos quieto) son interpretadas en los diferentes ámbitos en función de muy diversos factores. Estos factores van desde el más papista que el propio papa, al a ver cómo lo hago después de los revolcones que nos hemos tenido que dar. En el papismo más recalcitrante, con su pequeña dosis de zoofilia, se inscribe la postura tomada este martes por el inigualable Miguel Cabrera-Pérez Camacho, defensor de los animalitos de Dios, y del sorianismo. En el consejo de administración de la Tele Canaria, la nuestra de todos menos del PP, el hombre se lanzó a las tremendas anunciando, sin más, que iban a votar en contra de los presupuestos del ente. La cosa se puso tensa, pero tensa-tensa. Los dos consejeros del PSC advirtieron a los peperos que muy bien, que allá ellos, pero que si se ponían así, los socialistas harían lo mismo, más que nada para dejar en evidencia ese pacto CC-PP que funciona como la yenca. Recesos para adelante, recesos para atrás, y tras consultar con los oráculos sorianos, Cabrera y Miguel Ángel Remedios terminaron volviendo al redil, perdón, a la normalidad del pacto.