La hemeroteca arroja pruebas más que elocuentes de cómo se ha conducido el empresario Jaime Cortezo para conseguir su propósito inmobiliario en el Islote del Francés. A aquel viaje a Boca Ratón, Miami, acudió el periodista Jorge Coll, director del semanario Lancelot, que publicó en enero de 2000 un fabuloso reportaje sobre un centro comercial abierto como el modelo que Cortezo quería aplicar entonces en el islote. El reportaje incluía, sin embargo, unos párrafos finales muy suculentos: “Se sabe que el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Hernández, participa, al parecer con un pequeño porcentaje, en una de las sociedades que a su vez tiene intereses en Inversiones Islote del Francés”, la empresa de Jaime Cortezo. Y añadía: “Fuentes de la propiedad, [o sea, Jaime Cortezo], confirmaron a Lancelot la participación de Luis Hernández en sus negocios, pero indicaron a continuación que esa presencia del entonces presidente de la Autoridad Portuaria no varía en nada las negociaciones con el Ayuntamiento ”pues sólo se debe discutir si aceptan nuestra propuesta de urbanización o nos indemniza. (...) Si el Ayuntamiento no nos deja realizar nuestro proyecto, pues intentaremos rehabilitar las naves de Rocar lo mejor posible para poder alquilarlas“. Siempre con amenazas, que es como cree Cortezo que mejor funcionan las cosas ante la Administración.