Y ya que andamos en alta política. Nos ha gustado mucho saber que Larry Álvarez, vicepresidente tercero del Cabildo y mano derecha de Soria para todo, incluso para llevarle el maletín, tiene un miedo horrible a prevaricar. Nos consuela a la vez que nos llena de tranquilidad: estamos en buenas manos. Ha dicho que el Cabildo va a paralizar su particular Operación Salmón para, además del proyecto de Anfi Tauro, apadrinar, apoyar, promover y bendecir todos los proyectos que los empresarios grancanarios presenten para acogerse a las excepciones de la moratoria. Debe ser que alguien les hizo ver lo feo que iba a quedar lo de Lyng y lo complicado que se pondría la cosa ante un recurso de Lopesan en tiempo y forma. Y como en el Cabildo de Soria no se prevarica, marcha atrás y llamaditas a los empresarios, para que comprendan que sólo se trató de un malentendido. Un ridículo espantoso, fue lo que hubo.