Más frío e impávido que un atracón de tranquimazín toreó el alcalde de Mogán el caluroso recibimiento del pueblo de Arguineguín a David Silva. El futbolista no entiende de protocolos ni politiqueos, aunque los haya mamado en casa, y así que tras marcarse Paquirrín elogios con los dientes prietos al 21 de la Roja, anunció a diestro y siniestro que el complejo deportivo ideado en su día por su padre, Fernando Jiménez, llevará el nombre del “moganero más universal, David Jiménez Silva”. Hubo cierto rechinar de dientes entre el medio millar de vecinos congregado en Las Marañuelas, hasta que, cosas de pueblo chico, infierno grande, algunos tradujeron la respuesta de Silva en clave de la primera en la frente, Paco: “Me siento orgulloso de ser canario y de Arguineguín”, dijo el pibe tranquilote, marcando distancias con eso de “moganero”, que suena, como todo el mundo sabe y Rajoy también, a “gondolero”. País.