El paripé acabó la semana pasada, cuando se supo que ATI se quitaba la careta de partido negociador y regresaba a su pacto con el PP, cerrado, sellado y bendecido desde hace meses. Se notó una barbaridad este lunes con la sola lectura de las crónicas periodísticas sobre el primer encuentro formal y oficial del candidato a presidente, Paulino Rivero, y el candidato a vicepresidente, José Manuel Soria. No sabemos si mataron el tiempo valorando los dos partidos de fútbol de este domingo que decidían la Liga, o si pulieron un poco más su manual de excusas para explicar a la ciudadanía lo malo que es Juan Fernando López Aguilar cuando está dos días sin ir por el gimnasio. Se repartieron el poder sin más, y de los problemas de los canarios que se ocupe Zapatero, que es el culpable de todos ellos.