En una situación similar a la deuda contraída por el Cabildo con Global en la etapa de Soria se encuentra el pago de los proyectos de remodelación del barranco del Guiniguada en su desembocadura en Las Palmas de Gran Canaria. Pero, a diferencia de lo ocurrido con la empresa transportista, en este asunto confluye otra fatalidad, la siempre atolondrada, torpe y contraproducente intervención de una alcaldesa llamada Pepa Luzardo. Como recordarán nuestros lectores porque aquí lo publicamos muchas veces pese a los desmentidos oficiales, el proyecto del Guiniguada se hizo sin los informes pertinentes, sin respetar el proyecto y contraviniendo un convenio con Carreteras (Comunidad Autónoma). Por esas obras, el Cabildo adeuda al Ayuntamiento de la ciudad entre 3,5 y 4 millones de euros, a cuyo pago se oponen los técnicos del Cabildo por esas irregularidades aún irresueltas. Y lo peor de todo es que el dinero está consignado y muerto de risa, con lo bien que le vendría a Saavedra para hacer frente a otros pufos heredados de esos portentos de la gestión que fueron Manolo y Josefa.