Para colmo, algunos otros asesores de López Aguilar siguen demostrando que en esta materia el candidato tiene un despiste colosal. Se las cuelan por todas partes y parecen más preocupados por dejarse ver en todos los saraos para que nadie se olvide de ellos en el momento del reparto de cargos (si llega) que en hacer el trabajo de fontanería que se necesita. Por ejemplo, leerse los papeles, recomendar acciones que demuestren que hay madera de presidente, filtrar los poblemas y hasta resolverlos. Por ejemplo, a ninguno se le ha ocurrido todavía colgar en la web del candidato el verdadero programa electoral, más que nada para que se vea que éste existe. El despistado debe ser el mismo que ideó una encuesta a cumplimentar por los lectores del sitio en la que se formula una pregunta con unas respuestas tan idiotas que la que gana es la que dice que no hay que cambiar el Gobierno de Canarias. Lo dicho, a perder cuando toca ganar, que es la marca de la casa.