La versión oficial que maneja la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria pone en evidencia, efectivamente, que dos vehículos del cuerpo iniciaron una persecución de un BMW presuntamente robado y que, al observar que en la calle Eduardo Benot giró para circular en sentido prohibido, optaron por tratar de alcanzarlo por Albareda-León y Castillo. En la confluencia de las calles Barcelona y Alemania, uno de los coches policiales se saltón un Stop y chocó violementamente con otro coche del mismo cuerpo, lo que provocó heridas a los agentes y a un ciudadano. Pudo ser una tragedia si la colisión hubiera ocasionado irreparables consecuencias para las personas, y hasta dimisiones si las víctimas hubieran sido ajenas a la policía. Pero no fueron allí los disparos al aire, ni se produjo ninguno durante la persecución, aseguran las fuentes oficiales. Eso ocurrió a 700 metros.