La historia de Silva y Paquirrín arrancó tras la victoria de España en el Europeo de Austria y Suiza. El Ayuntamiento decidió poner su nombre al polideportivo de Arguineguín, y en el pleno correspondiente, el alcalde se rebotó todo cuando desde las filas de NC se planteó el nombramiento de Hijo Predilecto. “¿No querrá que también le nombre alcalde?”, espetó en 2008 Francisco González. Y es que el mal rollito de los González con la familia de Silva parte de cuando el padre del actual alcalde ejercía de lo mismo, de alcalde, y en sus filas del PP el concejal de Deportes era el padre de Silva, Fernando Jiménez. Hubo sus más y sus menos entre ambos hasta el punto de que Jiménez se salió del grupo de gobierno y pactó con CC el cambio de alcaldía. Y para qué fue aquello en pueblo chico, infierno grande. Ahora, el hijo del alcalde afrentado dice que sí, que hará Hijo Predilecto a Silva, pero que está pendiente del expediente bien tramitado y todo eso. Para el próximo pleno, asegura. Y NC quiere que lo jure sobre la Biblia. Qué tropa, Mariano.