Doce de la noche, hora peninsular del sábado. Los periodistas quieren irse ya a la cama y aún no hay lista para la Ejecutiva Federal. Ante las innumerables peticiones de clemencia, los servicios de prensa de Ferraz entregan un borrador casi definitivo, porque el último nombre se estaba aun negociando entre Zapatero, Pepe Blanco y López Aguilar, que ya había advertido con humor que “nada ni nadie puede predecir lo que pueda hacer el PSOE en el Congreso a altas horas de la madrugada”. Sólo había una “terna” canaria. El trío fue finalmente el de Julio Pérez, Paquita Luengo y Gloria Gutiérrez. Pero el PSC de Tenerife quería un tinerfeño o compensaciones cuantitativas en otros órganos, de la Vega exigía la “paridad perfecta” ?lo que al final se cumplió con la sustitución de Pérez por Luengo- y Paquita venía avalada también por altas esferas del partido. Así que en el último minuto, como en las mejores finales deportivas, ganó Luengo por decisión unánime de todos los evacuados a consultas, entre ellos el propio Pérez que optó por la secretaría de Estado antes que la Ejecutiva, como se le dio a elegir, y todos contentos, aunque los periodistas los que menos porque esa noche durmieron muy poco.