Donde las dan las toman, o por mejor decir, donde las retiran, las reponen. El gerente de la empresa pública Sagulpa, perteneciente al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, sigue siendo Carlos Santana, cuya confianza fue un día extraviada entre un aparcamiento de gestión municipal y el famoso hotel de los líos, en la capitalina calle de León y Castillo. Alguien la encontró, a la tal confianza, y la devolvió, no sabemos si a su legítimo propietario, el concejal de Movilidad, Seguridad y Alevosía, Jesús González Dumpiérrez, o a su provisionalísimo tenedor, el mentado gerente, que sigue gerenciando la empresa como si no hubiera pasado nada. Por el camino han surgido algunas dudas que nos han hecho pensar si la confianza perdida y hallada entre los mercaderes está valorada en algo más de 80.000 euros (precio pactado a pagar por una ruptura traumática del contrato) o si de lo que se trataba era de confiar más en Santana que en el prometido y prometedor sustituto, el laboral indefinido Octavio Cantero, al que amenazan con nombrar vicepresidente de la sociedad con algunas prerrogativas. Dice el presidente Dumpiérrez que de eso nada, que ahora se han vuelto a fiar de Santana, que esto de los gerentes es como los meandros del Lozoya, dicho sea sin ánimos de encontrar más concomitancias ni más rimas que las naturales.