Nada mejor que dejar que los acontecimientos desmientan a los agoreros. Quienes sostenían que el aparataje del Estado estaba trabajando para levantar al PP de sus poltronas municipales se tropezó este jueves con la cruda realidad de sus propias mentiras. El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana reúne todos los ingredientes para haber sido escenario de comportamientos anómalos, es un municipio rico, turístico, costero, en constante desarrollo, y con una amalgama de intereses en presencia como se dan en pocos sitios. A eso sumen que ha habido varios partidos en el poder los últimos años, y ya tienen el potaje guisadito. Estuvo el PP, es cierto, pero también el PSOE, Nueva Canarias (antes Coalición Canaria) y ahora, de sopetón, hasta el CCN.