Después de José Miguel Pérez y de sus fontaneros, que hicieron un laborioso trabajo para ganar este congreso, la persona más contenta este domingo era, sin duda, Francisco Hernández Spínola. Ha pasado del ostracismo a ocupar en la nueva dirección un puesto de relevancia y gran influencia, la coordinación del área de relaciones políticas y económicas, casi nada. Forzado a dimitir tras sucesivas desautorizaciones del líder saliente, Spínola controlará la dirección del PSC en compañía de otro histórico, Sebastián Franquis, que también ha colocado a su director de gobierno de Economía y Hacienda en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Benito Cabrera, en la secretaría de Política Económica. Junto a las incorporaciones del sindicalista José Luis Prats (Empleo) y José Alcaraz (Relaciones Institucionales), parece evidente que las relaciones del PSOE canario con los agentes económicos van a cambiar radicalmente a partir de estos momentos, tras estar verdaderamente cortocircuitadas los últimos años, particularmente con los representantes empresariales.