No se puede generalizar, eso está claro. Y si no se puede decir que todos los políticos son unos chorizos, tampoco se puede dar por sentado que todo lo que ha pasado por el PP municipal ha sido una calamidad para las arcas de Las Palmas de Gran Canaria o para el interés general. Ahí tienen el caso de Pascual Mota, concejal que fue de Deportes en el primer mandato triunfal de José Manuel Soria, que este viernes ratificó ante los micrófonos de CANARIAS AHORA que le quitaron de la mano la adquisición de los solares del canódromo cuanto ya tenía casi cerrada la operación con los propietarios por un coste más que razonable, 1,5 millones de euros, tres veces menos del valor con el que compensó dos años después a Improcansa, que se terminó llevando más de nueve millones de plusvalías gracias a eso y a otro solar en Las Torres del que también nos desprendimos gracias a Soria y a su concejal de Urbanismo de entonces, Jorge Rodríguez. Dos figuras del multiplícalo por tres, Sam. La novedad de lo dicho este viernes por Mota es que Soria no intervino apartándolo de la operación hasta que el concejal de Deportes no tuvo macerado al vendedor en un proceso del que iba recibiendo información constante.