Lejos de interesarse por el contenido de la denuncia que interpuso en abril de 2007 Benítez Cambreleng ante la Policía, en aquellas épocas lo que más importaba a Canarias7 era confirmar si eran ciertas las informaciones de que uno de sus periodistas estaba siendo sobornado para publicar noticias positivas del Grupo Europa. Para ello, el director y el subdirector de la publicación, Francisco Suárez Álamo y José Pepillo Mugica, respectivamente, se reunieron en una ocasión con el denunciante en el hotel Santa Catalina. No preguntaron ni una sola vez por la trama corrupta del PP, sólo por el marrón que se les venía encima. Una vez confirmada la noticia, los directivos del periódico se reunieron con el periodista en cuestión y pactaron con él una salida discreta y negociada: indemnización y un puesto de trabajo en un organismo público gobernado por el Partido Popular. Sí, por el Partido Popular, que fue el que conectó al periodista con el presidente de Grupo Europa presentándolo como periodista de confianza a través del cual canalizar las noticias de la empresa. Estos escupen para arriba y siempre se olvidan de la dichosa ley de la gravedad.