Hay al menos dos motivos para comprar la prensa impresa un domingo. El primero, contribuir a aminorar de alguna manera los efectos de la doble crisis que padece, provocada por el crecimiento de Internet y por la caída de la publicidad como consecuencia de la torpe manía de las empresas de iniciar siempre sus recortes en la inversión publicitaria. La otra razón de peso es que los periódicos impresos concentran ese día lo mejor de sus esencias, los reportajes más señeros y pausados, el análisis global de la semana, los artículos de fondo (tanto oriundos como propios) de las firmas más variadas. Leer cada domingo las ediciones de Canarias7 y de La Provincia, por referirnos sólo a las dos cabeceras grancanarias, permite hacerse una idea de cómo está de disparatado el panorama insular, dicho sea sin acritú, compañero. Veamos cómo ambos rotativos abordan asuntos tan dispares como la gestión de Soria al frente de la consejería de Economía y Hacienda, el caso Kárate o un nuevo montaje de una ópera de Wagner en el teatro Pérez Galdós.