Sólo cinco personas, cinco, felicitaban llegada la noche de este miércoles a Rita Martín en su muro de Facebook por su intervención en el programa 59 Segundos, de Televisión Española. Casi 24 horas después de aquel sainete, la inmensa mayoría de sus contactos en esa comunidad virtual seguían conmocionados por el espantoso ridículo que hizo la consejera de Turismo de la Comunidad, siempre columpiada en lugares comunes, en respuestas huecas e inservibles, en medias verdades o en mentiras completas. Y siempre acudiendo a los disparates y las patadas a la lengua española para demostrar que sólo es necesaria la militancia para que algún irresponsable nombre a cualquier inepta consejera de Turismo. Si bien ayer destacábamos sólo una de sus burradas, la que utilizó para realzar su carácter monárquico (“soy monarca”, dijo abandonando por un momento un penoso tono mayestático) hoy debemos referirnos a otras dos gracias con las que alegró a la audiencia, evidentemente necesitada de más programas de humor. La primera gracia la encontramos en su afirmación de que se había reunido con la que fuera presidenta de Aena hasta el año pasado para negociar una reducción de tasas aeroportuarias. Hemos buscado y rebuscado y nos hemos encontrado con esta nota de prensa de la empresa pública explicando cómo se alcanzaron esas reducciones reclamadas por Coalición Canaria, partido al que no pertenece precisamente esta incontenible e inabarcable consejera.