Juan José Cardona es vecino de Las Palmas de Gran Canaria, ciudad de la que quiere ser alcalde a partir del 22 de mayo si las urnas lo permiten y los astros se alinean de la manera precisa. Y parece que quiere ser un alcalde con nuevos modales, o al menos con modales que no recuerden a la gente que un día hubo en ese cargo alguien tan soberbio y sobrado como José Manuel Soria, o alguien tan atolondradamente creída como Pepa Luzardo. De ahí que el candidato popular pensara que la mejor manera de demostrarlo era exhibiéndose conciliador, en primer término, con el actual alcalde, al que quiere arrebatar el bastón de mando de manera democrática y civilizada. Así que se fue a ver a Jerónimo Saavedra, con quien mantiene una cordial relación y con el que -confesado por él mismo- no le importaría mantener un pacto municipal de gobierno si se diera o se diese el caso y se produjera o produjese el milagro que Génova lo bendijera. Pero también se ha reunido Cardona con Nardy Barrios, a la que hizo ver que sus cuentas de sumar quince con Saavedra estaban hechas de manera demasiado optimista y que él tampoco rechazaría compartir gobierno con quien fuera diputada nacional con el PP.