Rosa Rodríguez, consejera de Hacienda del Cabildo de Gran Canaria, pasa por ser la mano derecha de José Manuel Soria para las cosas serias (para las otras está Luis Larry Álvarez, que es bueno de boca). La que fuera sargento Rodríguez durante su paso por el Ayuntamiento de Las Palmas, donde trató de meter en vereda a la Policía Local, goza de prestigio en el mundillo de la política, si bien algunas actuaciones de la Mesa de Contratación del Cabildo, que ella preside, hayan sido criticadas de manera ácida. Lo que no pensábamos de ella es que se le fueran a pegar hábitos extraños más propios de la manía del enchufismo que de la transparencia y la justicia que deben presidir cualquier proceso de contratación de personal. Y mucho menos en una institución tan señera como la que preside Soria de manera tan recta y ejemplar a esa altura sobre el nivel del mal.