En Ingenio las cosas no pintan mucho mejor para los populares, más bien al contrario. El pacto del PP contra el partido más votado en las últimas locales, el PSOE, hace aguas desde tiempo inmemorial. Y no solo porque el socio natural de los conservadores, Agrupa Sureste, marca blanca del PP donde las haya, tenga ansias de ruptura, sino porque ese germen ya se ha extendido de manera notable en el seno mismo del grupo popular. El alcalde es el primero en no disimular su repudio a actitudes insulares, regionales y nacionales del PP, ora por las decisiones relativas a la regulación de los taxis en el vecino aeropuerto de Gran Canaria, ora porque así soy yo y mis circunstancias. Y las circunstancias de Juan José Gil, el intrépido alcalde de Ingenio, tienen mucho que ver con su propia personalidad y con la de algunos concejales del PP que le acompañan en esa apasionante aventura de ser representantes de los vecinos. El más pintoresco de ellos, el concejal responsable de la Policía Local, Sebastián Suárez, hace tiempo que tiene disparatada su lengua y sus costumbres absolutamente desafectas al partido madre. A la indisimulada disidencia se ha sumado también el concejal de Hacienda, lo que hace insostenible la gobernabilidad municipal. Se salva el alcalde, por cierto, de que el grupo mayoritario en la oposición, el PSOE, no actúe como haría el PP en este caso. Los socialistas apoyan aquellas medidas que consideran contribuyen a no paralizar el municipio y no han hecho leña de la insostenible posición en la que se encuentra el alcalde. Pero donde viene a estar la clave de todas las batallas es en la ambiciosa concejala del PP Pino Vega Melián, llamada a ser la candidata del PP en 2015, para lo que cuenta con el respaldo de José Manuel Soria y seguramente con la financiación de El Paso 2000, una de las gasolineras más sandungueras a este lado del río Pecos en la que la señora concejala viene a tener la consideración romántica de madrina mayor. Y eso dando por descontado que su señor esposo de ella, que ocupara la concejalía de Urbanismo en un gobierno socialista, no tenga nada que ver con recalificaciones en la zona y con el indisimulado afán por consolidar a su señora esposa como favorita dentro del panorama de candidatas del PP canario en 2015. Pino Vega, para que nos vayamos situando, fue la concejala que lideró este mismo jueves la cruzada en contra del alcalde de su propio partido votando en contra de dos mociones del PSOE con las que se condenaba al Gobierno español del PP por sus recortes financieros con destino en Canarias y concretamente por el copago farmacéutico. El alcalde y los concejales de Hacienda y Policía votaron a favor de la iniciativa socialista, mientras que Pino Vega y los otros dos concejales afines al sorianato votaban en contra. Atentos a la señora concejala, porque va a tener mucho que ver con noticias incandescentes de las próximas semanas.