Soria y los Paulinos saben perfectamente que poniéndose del lado de los vecinos de Juan Grande, que se oponen a la cárcel en esa zona, azuzan el germen de la división en el pacto de gobierno de San Bartolomé de Tirajana, por lo común bastante desquiciado por éste y otros muchos motivos que sería cansino enumerar. No hay un intento de rentabilidad política por parte del PP, sencillamente porque su único concejal allí, Fernando Toribio, tiene menos cintura política que uno de esos super-camiones que andaba moviendo tierras en Juan Grande. Pero el deterioro en el pacto por culpa de la cárcel es más que evidente, eso sí.