Luisa del Rosario, la profesional despedida para entregar su puesto a la esposa de Larry Álvarez, Teresa Cruz, ha recibido el respaldo de todas las fuerzas políticas, a excepción del PP y de Coalición Canaria, los socios del pacto político que piensa hacerse cargo de Canarias a partir de mayo. El que no ha recibido muchos apoyos, en honor a la verdad, ha sido Rafael Nebot, director del coliseo, al que incluso se ha reclamado su dimisión por haberse prestado al juego de nepotismo del PP y haber obedecido las órdenes de José Manuel Soria sin mayor miramiento. Los efectos de una dimisión ahora de Rafael Nebot traerían consecuencias incalculables para la inauguración del teatro, prevista para el próximo 10 de abril. No sólo afectaría a la organización de esos actos de reapertura sino que conllevaría un enorme contratiempo para el PP, que habría de buscar un sustituto de inmediato. Le bastaría con repasar la lista de buitres que sobrevolaron la capital grancanaria cuando, hace unos años, enfermó Nebot. Lo malo es que sería un efímero sustituto, porque un nuevo alcalde repondría de inmediato al injuriado director. Y a la jefa de comunicación.