Son dos caracteres fuertes, es cierto, pero de momento parecen condenados a entenderse, previo arbitraje y conciliación, a ser posible. Testigos presenciales vieron cómo José Miguel Suárez Gil y Francisco Rodríguez Batllori casi llegan a las manos el pasado viernes en el bar del hotel Santa Catalina. El ex viceconsejero de Justicia asesora a las dos cámaras de comercio de Canarias sobre arbitraje internacional, tema central de un foro celebrado en la capital grancanaria la pasada semana. Aunque la discusión fue de aúpa, lo que motivó un temporal enfriamiento de las relaciones entre ambos, Batllori nos negó este martes, con el manual del arbitraje en la mano, que sólo hubo un simple malentendido a cuenta de la ausencia de uno de los invitados a la posterior cena. “Lo conozco hace tiempo, las relaciones son normales y cordiales, pero no tengo negocios con él”. Su próxima cita juntos, un encuentro sobre arbitraje en Dakar (Senegal) a finales del próximo octubre, promovido por las dos cámaras de comercio.