Pero se atrevió a más cosas la señora Tavío en el arriesgado territorio de la economía y los presupuestos públicos. A ver qué les parece esta: “Lo primero es ordenar las cuentas, saber lo que realmente debemos y ajustar los ingresos a los gastos de forma ordenada, priorizando los gastos que tienen que ver con los servicios públicos esenciales, Sanidad, Educación y Dependencia, y todo lo demás en estos momentos sobra”. Consciente del exceso, matiz inmediato: “Eso no quiere decir que tengamos que poner en la calle a esas personas que están gestionando otras cosas, pero tenemos que reconducirlas hacia lo importante, hacia lo que los canarios nos están dictando en la calle que es importante”. Claro que lo no importante, que también se lo debemos haber dicho los canarios al PP sin habernos dado cuenta, la señora Tavío no lo especifica. Sí dice quién ha de de ocuparse de esas minucias no importantes: “Todo lo demás dejarlo para el sector privado”. Perfecto, menos Sanidad, Educación y Dependencia, todo lo demás, al sector privado. ¿Con los funcionarios también reconducidos? Pero si la Sanidad y la Educación ya los coloca el PP en el sector privado y la Dependencia se la ha cargado de un plumazo. Ay, Cristina.