Con la llegada del curso político vuelve también el meneo comercial, y más concretamente la recomposición del convenio aquél famoso del que se sirvieron las huestes plateadas para ganar las elecciones a la Cámara de Comercio. Ya saben, aquellos dinamizadores que cobran del erario público y que captaron votos para las candidaturas plateadas. Ezequiel Ramírez, consejero de la cosa comercial e industrial del Cabildo grancanario, terminó por convencerse de que lo vacilaban y calzó por el coordinador general, Mario Cáceres, y ha anunciado cambios profundos y radicales. Los dinamizadores andan inquietos porque se preguntan si van a continuar en los equipos los que se negaron en su día a captar votos para la vía plateada, o si se va a escuchar a las asociaciones de comerciantes para renovar o cambiar a los dinamizadores de cada zona; si se va a vigilar más estrechamente la captación de asociados para las asociaciones plateadas (dicen que se sigue haciendo con descaro) o si van a sumarse a la inciativa asociaciones como la de Mesa y López, hasta ahora ajena a la cosa por decisión propia. Los dinamizadores esperan buen talante por parte de Ramírez, y aprovecharán la ocasión para pedirle que se arreglen las anomalías detectadas en las contrataciones y en las nóminas: insisten en que cobran como encargados de oficina y en las tarjetas de visita que les da el Cabildo aparecen como dinamizadores-gerentes.