Algún antecedente de hemeroteca: El Gobierno de España envió en 2003 al Consejo General del Poder Judicial la carta que el magistrado Baltasar Garzón publicó en El País con un único destinatario, el presidente José María Aznar. Esa carta, titulada “Sr. Presidente”, provocó muchas tensiones e incomodidades, incluidas las que tuvo que padecer José Manuel Soria en el auditorio Alfredo Kraus, a donde lo invitó, previo pagó de 6.000 euros, para que diera una conferencia sobre terrorismo. Pero el magistrado habló de su carta, de la guerra de Irak y de las responsabilidades históricas y humanitarias que asumía José María Aznar. El CGPJ archivó la denuncia del Gobierno de España, y eso que Garzón escribía frases como esta: “Ustedes deben decidir en qué bando juegan, si en el de la legalidad internacional y nacional, pero la real, no la del marketing, ni la fatua, ni la de las palabras huecas, o en el bando de la falsedad y del interés oculto de unos pocos que pretenden sobornar nuestras conciencias ofreciéndonos las riquezas de las minas del Rey Salomón”.