Fue una extraña reunión la que convocó este viernes José Manuel Soria. Por lo que hemos alcanzado a entender, con ella pretendía dar una explicación a los treinta y pico cargos públicos del PP que se han quedado tirados tras la ruptura del pacto de Gobierno. Les hablamos de los cargos directos, es decir, consejeros, viceconsejeros, directores generales... No de asesores y agregados, con lo que la suma superaría el centenar. La convocatoria de Soria llamó la atención desde un principio por los no invitados. Por ejemplo, no invitó ni al presidente del PP grancanario, Miguel Jorge Blanco, ni a Pepa Luzardo, ni a Cristina Tavío. Sólo estaban los referidos ex y Pilar Merino, además de Larry Álvarez, claro.