En medio de todos estos reveses, el vicepresidente del Gobierno eligió plaza para lidiar este lunes el difícil todo del Soriagate. Aquí, en Canarias, decidió guardar un prudente y monacal silencio el viernes, el sábado, el domingo y el lunes, suponemos que evacuando. Evacuando consultas permanentemente con su abogado y sus más leales colaboradores para encontrar el más ingenioso modo de zafarse de una enredadera en el que él solito se ha enredado. Con la ayuda de su grabadora digital, eso sí, pero él solito. La plaza que eligió Soriacleto, agente secreto, para torear y salir por la puerta grande con las dos orejas y el rabo fue, cómo no, Intereconomía TV, la cadena amiga de Rita, y concretamente el programa más premiado de la historia de la televisión española, La noche del gato, donde deberían intentar dejar el vino de una vez, que les nubla la vista y las ideas. Y luego les salen los churros que les salen.