Vaya, sin pretenderlo en absoluto hemos herido la sensibilidad de la dirección de Spanair, que este lunes nos hizo llegar su profundo malestar por las formas que empleamos ayer aquí mismo cuando criticamos de manera dura, muy dura, su falta de respeto permanente a los pasajeros canarios. Que hiciéramos referencia al accidente de Barajas y que añadiéramos que su especialidad es “joderle la vida a los canarios” les ha sentado muy mal. Por eso explicamos a su portavoz qué era lo que queríamos decir con “joderle la vida a los canarios”, y ya lo van entendiendo un poquito mejor, o al menos esa fue la impresión que nos llevamos. Formas aparte, la compañía aérea no ha negado ni uno solo de los hechos aquí relatados, pero su portavoz se limitó a explicar que, ante atropellos como los que acostumbra a cometer, se aplica el santo remedio hasta ahora infalible: “Pedimos disculpas e indemnizamos a los afectados”. Disculpas pidieron este fin de semana tras cada uno de los despropósitos y negligencias cometidos, eso es verdad; de las indemnizaciones no tenemos conocimiento de ningún tipo. Pero ni un propósito de la enmienda, ni un “vamos a estudiar lo ocurrido a ver cómo podemos mejorar”, ni nada que se le parezca. Disculpas y supuestas indemnizaciones. Y a ver cómo escapamos la próxima vez si tenemos la mala suerte de que un periodista lo cuente todo.