No deben haberse quedado conformes los dirigentes de la Caja Insular de Ahorros de Canarias -Antonio Marrero y Juan Manuel García Falcón- con lo recogido en el informe preliminar del Banco de España acerca de las espinosas relaciones que se están dando entre los trabajadores y la dirección de la entidad. Dicen los más viejos del lugar que ni en tiempos del recordado Juan Francisco García, despedido con querella, banda de música y gastadores, se había dado un trato tan despectivo a los empleados de La Caja. También en este caso es Comisiones Obreras la que anda denunciando actuaciones verdaderamente caciquiles, como la conocida este lunes según la cuál andan animando al personal con bajas por enfermedad a negociar su jubilación y santas pascuas. Podrían conseguir efecto llamada, pero les salva que hay trabajadores que sí aman a La Caja. Pese a ellos.