El próximo miércoles puede ser un día clave en la historia de Televisión Canaria al plantearse la primera huelga de la segunda época del invento, ahora en manos de una productora, Videoreport, que ganó de aquella manera el correspondiente concurso promovido por Mamandurria TV. Los trabajadores parecen convencidos de que no hay muchas posibilidades de acuerdo con la empresa al encontrarse las posturas bastante distanciadas tras la decisión patronal de no renovar el convenio colectivo que heredó de la anterior adjudicataria del servicio, Socater. Pero pese a que el afán de los currantes debía ser en estos momentos buscar esos imposibles puntos de acuerdo, lo cierto es que todos los ojos buscan y rebuscan el sitio donde el ente público Radiotelevisión Canaria tiene pensado instalar el control de continuidad que impida que cualquier acción de sabotaje lleve las pantallas de la autonómica a negro. No quieren los directivos que les ocurra lo que le pasó a Telemadrid en una reciente huelga.