La Televisión Canaria volvió a ser noticia este jueves porque los trabajadores de Socater, la empresa que le provee de contenidos informativos, radicalizaron sus posturas ante la ausencia de diálogo por parte de la empresa. Las nuevas medidas consistieron en sendos encierros en los platós de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, y el incumplimiento de los servicios mínimos, a los que estaban adscritos más de cuarenta trabajadores. La Policía acudió a ambos centros a demanda de un directivo de Socater, que les denunció por ocupación ilegal de las instalaciones, pero mientras en Las Palmas de Gran Canaria el comportamiento de los agentes fue incluso de mediación entre las partes, en Tenerife conminaron amablemente a los encerrados a que depusieran su actitud desde que se constituyeron allí.