En un auto en el que se rechaza el recurso del PSOE valenciano que pedía que se abrieran más las pesquisas del caso Gürtel en Valencia, la Sala de lo Civil y Penal del TSJ de esa Comunidad echa una manita al PP para que éste pueda insistir en su teoría de la conspiración y la causa general contra el partido de Camps. El ponente del auto, el magistrado Juan Montero Aroca (completan la Sala De la Rúa y José Francisco Ceres), llega a escribir que “se desprende claramente que lo pretendido por la acusación popular [el PSOE] es realizar una especie de batida de montería o, en términos menos cinegéticos y más jurídicos [sic], de hacer una pesquisa general”. Y añade: “Se trataría de removerlo todo, de pedir actos de investigación que no guardan relación con los hechos y con los indicios conocidos”. No tardó ni medio minuto la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, amante de bolsos y anchoas, en salir a la palestra para hablar de lo mismo: montería, cacería, uso de los mecanismos del Estado contra el PP. Nos suena un montón (y la yema del otro) este procedimiento de dar carnaza a los denunciados desde sede judicial