Se consumó la querella por acoso moral interpuesta por la concejal socialista en Telde Teresa García contra el primer teniente de alcalde y compañero de partido José Antonio Perera. La concejal querellante ofreció este viernes una rueda de prensa para explicar los motivos que le llevaron a esa acción penal, que tiene su origen en las diferencias surgidas entre ella y el líder socialista teldense tras una feria de artesanía en el barrio de Jinámar. Lo que puede parecer una nimiedad, producto de un claro enfrentamiento entre protegidos y no protegidos, se ha ido inflamando hasta terminar en los juzgados después de que el PSOE haya sido incapaz de reconducir la situación con sus propios estatutos en la mano. Perera y García se apuntaron a brutos, ninguno de los dos cedió en sus posiciones, el primero porque quería que la segunda abandonara su acta de concejal, y la segunda porque se plantó y apeló a los derechos que le asisten como afiliada, como cargo público y como ciudadana. Perera, que terminó por abandonar la secretaría general local, se enfrenta ahora a un procedimiento penal con consecuencias impredecibles. Es probable que lo que no han conseguido sus adversarios lo consiga una compañerita de partido.