No es nada usual que un juez permita que un testigo sea asistido de letrado en su comparecencia, pero la magistrada Rosell lo admitió este miércoles de modo excepcional ante las declaraciones del tesorero y el funcionario instructor del expediente chivato del Cabildo. Efectivamente, la Corporación permitió, en un hecho que tampoco tiene muchos antecedentes, que ambos funcionarios acudieran a declarar en calidad de testigos asistidos por el jefe de los servicios jurídicos de la casa, Carlos Trujillo, que está colegiado y cumple por tanto con los requisitos para ejercer también en el Foro. Dicen los que acudieron a esa comparecencia que el tesorero se mostró muy nervioso durante su declaración, sin que hayan trascendido los motivos de esa actitud. Por lo demás, es relevante el hecho de que el jefe de los servicios administrativos de Cooperación Institucional, Rafael Machín, que ya compareció como testigo en esta misma causa, no acudiera acompañado de abogado alguno.