El dolor se ha apoderado de una familia de Arona como consecuencia de un crimen horrible. Porque la familia de Fernanda vive en Arona, aunque sea chilena, del mismo modo que vive en Arona el principal sospechoso de haberla violado y asesinado, aunque sea de Colombia. Ese municipio tinerfeño, y muy particularmente el barrio de El Fraile, donde hay más de 120 nacionalidades en la escuela pública, ha sido el escogido por miles de inmigrantes en busca de fortuna. Unos lo intentan con el trabajo honrado, otros con la economía sumergida, con el trapicheo en cualquiera de sus formas. Presunto asesino y víctima son inmigrantes, pero ambos pudieron haber sido naturales y vecinos de ese municipio, o de cualquier otro de Canarias. Así las cosas, ¿por qué es más relevante la nacionalidad del detenido que la de la asesinada? La xenofobia se alimenta de múltiples maneras y los medios de comunicación tienen que hacer su particular contribución para evitarla.