Todavía se extrañan en Bruselas de que en un territorio comunitario puedan ocurrir estas cosas tan bananeras. Puertos del Estado se subía por las paredes por la rebeldía de sus chicos en Las Palmas, y además de faxes cada vez más subiditos de tono, este martes comunicaron a Arnáiz por correo certificado que o se dejaba de tonterías o calzaban por él a lo grande, es decir, con banda, cornetas, gastadores y tambores varios. Alguien debió acongojarse y ordenó emitir el informe, que finalmente partió este miércoles para Madrid. Mientras, en Bruselas, el PP despejaba a córner alegando que como Manuel Medina, del PSOE, había presentado una interpelación al respecto, era conveniente esperar al resultado de esa iniciativa para reclamar más información a Las Palmas. Pues no, no pudo ser.