Ni en agosto, oye, se puede tomar un respiro cualquiera que quiera tener controlado el pulso de la actualidad canaria y/o española. Te tomas menos de medio mes pensando que no va a pasar nada y resulta que viene el Papa, cambian la Constitución, nos sacuden unos terremotos y hasta habla Rajoy, incluso en directo. Salvo el dúo Don Pepito-Nacho González, apuntados a revolucionarios independentistas, en la política de Canarias poco nuevo bajo el sol, si descontamos el tuit de Paulino Rivero definiendo la palabra golfo y la entrevista que le hizo La Provincia este domingo a Soria sin ninguna aportación digna de resaltar salvo que ya no veranea en Anfi del Mar. Por su duración y por el castigo infligido a los sufridos laicos españoles y a los que osaron manifestarse por las calles de Madrid, quizás haya sido la visita del Papa lo más destacado de esta segunda mitad de agosto. Visita de la que no les vamos a volver a hablar salvo una muy somera mención a la cobertura realizada por los medios más adictos al régimen que se nos viene encima.