Esa transparencia del PP nacional a la hora de hablar de las presiones ejercidas sobre los magistrados del TSJ valenciano no se ha dado en ninguna otra comunidad española, lo que habrá de significar que a) no se han producido fuera de Valencia o b) de haberse producido, esas presiones han sido muy prudentes, a la par que elegantes. Analizando en profundidad los mensajes supuestamente enviados a los jueces valencianos caemos en la cuenta de modo dramático de que tienen toda la razón del mundo: no se debe estar incordiando a un dignatario por un par de trajes de marca o por un viaje a la pesca del salmón, que al fin y al cabo lo único que se consigue con eso es desestabilizar a las instituciones y acabar con la carrera política de sacrificados servidores públicos que dan más de lo que realmente reciben. Dicho en el archivo del salmón: “Después de asistir ambos matrimonios a dicho concierto utilizando el avión indicado, el Sr. Lyng invita a D. José Manuel Soria y a su esposa para que le acompañen a Noruega, dónde él quería acudir a la pesca del salmón como solía hacer todos los años, y para que el matrimonio pudiera conocer el que era su país natal. Ante la negativa de la Sra. Lyng a desplazarse a Noruega, los dos matrimonios regresan, utilizando la misma vía, a Gran Canaria a dejar en la isla a D. Irina Svistunova y el mismo día parten hacia Noruega en el avión privado. Una vez se encuentran en este país, el Sr. Lyng se queda pescando en la zona de reserva existente al efecto, y, posteriormente, D. José Manuel, su esposa y su hijo, que se había unido a ellos, viajan primero a la ciudad de Trondheim y después a Oslo”.